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Preocupan denuncias relacionadas con maternidad de dos presas políticas

El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas ha conocido con preocupación recientes denuncias sobre la situación de las presas políticas Lizandra Góngora Espinosa y Lisdany Rodríguez Isaac, relacionadas con sus maternidades. Las circunstancias que están viviendo ambas participantes en las protestas antigubernamentales de julio de 2021 (11J), vulneran aún más sus derechos humanos.

Lizandra Góngora, madre de cinco hijos, fue condenada a 14 años de prisión y actualmente está confinada en un penal de la Isla de la Juventud, alejada de su familia y de su lugar de residencia. Según información publicada por Contexto cubano, Lizandra habría expresado su decisión de inocularse VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), para buscar que la autoridades la trasladen a una cárcel de acceso menos difícil para sus hijos y su esposo.

Góngora habría tomado esa determinación tras intentar durante meses, sin éxito, que el Estado cubano le concediera el cambio de centro penitenciario.

Desde abril de 2023 la presa política se encuentra en la cárcel Los Colonos, de la Isla de la Juventud, sin que su familia fuera informada del cambio con antelación. Góngora denunció a través del esposo que durante el traslado fue golpeada por oficiales de El Guatao, el centro penitenciario para mujeres donde se encontraba antes.

En Los Colonos, en varios momentos a Lizandra Góngora le han impedido que reciba visitas familiares y alimentos que algunos amigos le llevan. También le restringieron llamadas telefónicas, que realiza bajo estricta vigilancia de oficiales de la prisión, y le negaron atención médica especializada de un psiquiatra.

En julio de 2023 su esposo, Ángel Delgado, denunció que Lizandra Góngora fue amenazada por una reclusa común, con un arma blanca. Las amenazas continuaron en meses posteriores, sin que las autoridades carcelarias tomaran medidas efectivas para protegerla, a pesar de que la opositora les hizo saber que temía por su vida en la prisión.

Góngora ha denunciado otras acciones represivas contra ella, realizadas o instigadas por la Seguridad del Estado y otros funcionarios del Ministerio del Interior. Entre los incidentes, se cuentan la  amenazas de trasladarla a prisiones más lejanas, la restricción de sus visitas conyugales, agresiones de oficiales y de otras reclusas que colaboran con las autoridades, el acoso y el aislamiento del resto de la población penal, y el robo de sus medicinas.

La sistemática represión y la separación de sus hijos impuesta por el régimen, han llevado a Lizandra Góngora a advertir sobre “las consecuencias de lo que pueda pasar conmigo”, si no se autoriza su traslado a un penal en La Habana.

Por otra parte, también expresamos nuestra alarma por una situación expuesta por la madre de Lisdany Rodríguez Isaac, joven condenada a 8 años de privación de libertad junto con su hermana Lisdiany Rodríguez Isaac, por manifestarse contra el régimen el 11J.

Bárbara Isaac Rojas denunció, mediante un audio divulgado por Prisoners Defenders, que su hija Lisdany está embarazada y que la Seguridad del Estado la estaría presionando para que aborte en el penal de Guamajal, ubicado en la provincia de Villa Clara. La joven prisionera, con unas siete semanas de gestación, no desea perder su embarazo.

Quieren que mi hija aborte, pero ella no quiere porque siempre ha esperado tener un bebé. No imaginaba el momento en que vino a ocurrir, pero ellos [su hija y su pareja, también recluso] lo quieren tener”, dijo la madre al medio de comunicación Infobae.

El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas pide al Estado que las prisioneras políticas sean liberadas de forma inmediata, y que cese la violencia contra ellas.

Asimismo, mientras no sea efectiva la merecida liberación de todas las personas presas por motivos políticos, instamos a las autoridades a respetar los derechos de estas mujeres y abstenerse de acciones que empeoren su situación en las cárceles, donde sobreviven en medio de precarias condiciones de salud y alimentación que incrementan el sufrimiento de las personas privadas de su libertad.

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