Actualización sobre condiciones en prisiones (diciembre de 2024)
Durante todo el 2024, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) compiló evidencia de que la falta de atención médica o su prestación deficiente es una de las principales problemáticas que enfrentan los reclusos en las cárceles del país. En ocasiones esto es producto de la desatención estatal y la falta de recursos, pero también es un elemento empleado como forma de tortura y hostigamiento por parte de los carceleros.
En el mes de diciembre ocurrió otro hecho lamentable que evidencia los niveles de desesperación a los que llevan a los prisioneros luego de meses agotando todas las vías para recibir atención sanitaria y resistiendo fuertes dolores. La prisionera política Mackyanis Yosney Román Rodríguez (Prisión Mujeres de Occidente, La Habana) se autolesionó cortándose los brazos y, sin ningún tipo de anestesia ni instrumental adecuado, se extrajo con sus manos dos cordales, que se fragmentaron durante el proceso y le dejaron restos de huesos en la encía.
“El dolor era mucho (…). No me daban una respuesta, no hacían nada, no había un medicamento, las gotas florales no hacen nada. Y ya. Yo estaba sola en el colectivo. Llegué, me senté en el patio y yo dije: esta muela me la saco yo. Cogí una cuchilla de afeitar nueva que tenía, la partí y empecé a cortarme. Y después que empecé a cortarme, me metí la mano en la boca y empecé a sacarme aquello. ¿Me dolió? ¡Cantidad! Pero lo hice”, contó entre lágrimas en un audio enviado desde el penal.
En el informe sobre “Personas privadas de libertad con situaciones delicadas de salud” correspondiente a diciembre, se pueden encontrar denuncian formuladas este mes sobre reclusos quejados de enfermedades y dolencias que no reciben atención médica adecuada. No obstante, la carencia de medicamentos y de atención sanitaria, es una realidad extendida a todas las prisiones del país.
En total, el CDPC recogió en diciembre 105 denuncias relacionadas con personas privadas de libertad. De estas, 86 tuvieron lugar en 37 prisiones y centros de detención de 13 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud. Los otros 19 eventos ocurridos fuera de prisión están relacionados fundamentalmente con el desarrollo de procesos penales, liberaciones de reclusos, pases y pronunciamientos de organizaciones que exigen el respeto de los derechos y la liberación de prisioneros políticos.
De los 86 eventos monitoreados dentro de las prisiones, 78 incluyen algún tipo de violación a derechos de los reclusos. Las provincias con mayor número de violaciones registradas fueron Santiago de Cuba (18), La Habana (17) y Camagüey (13), y entre las prisiones Boniato (Santiago de Cuba), el Combinado del Este (La Habana) y la prisión de Quivicán (Mayabeque).
Las formas de represión más reiteradas fueron los incidentes de hostigamiento y represión (52), la negación de atención médica (22), las malas condiciones de vida en prisión (17) y los problemas con la alimentación (16)1. Además de estas, durante el mes se documentaron otras 25 modalidades de represión contra los reclusos que incluyen golpizas, celdas de castigo, restricciones a la comunicación y otras negaciones de derechos que serán expuestas en el desarrollo de este informe.
Al menos 47 reclusos (6 mujeres y 41 hombres) fueron víctimas de alguna violación durante el mes y 18 denuncias hicieron referencia a problemas que afectan a la totalidad de la población penal de una prisión determinada. Las categorías de vulnerabilidad más recurrentes entre las víctimas fueron los presos políticos, afrodescendientes y opositores2.
Se identificaron total o parcialmente 10 personas (2 mujeres y 8 hombres) que participaron en la comisión de las violaciones: 1 oficial de la Seguridad del Estado que opera en prisiones, 1 fiscal y ocho funcionarios penitenciarios.
Los reclusos de quienes se recibieron mayor cantidad de denuncias sobre actos represivos en su contra fueron los presos políticos José Daniel Ferrer García (Prisión Mar Verde, Santiago de Cuba), Andrés Lugo Pérez (Prisión de Boniato), Gustavo Colás Castillo (Prisión Provincial de Las Tunas) y el recluso común Jorge Luis Torres Vaillant (Prisión de Boniato), quien falleció debido a la deficiente atención médica.
Durante el mes fallecieron otros cuatro prisioneros: Frank Morales Cuesta (Prisión de Boniato) y Yosvany Sánchez (Prisión de Quivicán), ambos, al igual que Torres Vaillant, fallecieron por mala atención médica. También se conocieron los decesos de un recluso de nombre Mario Camilo (prisión de Villa Clara no precisada) luego de ser agredido por otros presos y otro llamado Pedro Pablo (Combinado del Este), tras una golpiza propinada por los guardias del penal.
En los casos de los tres fallecidos por mala atención médica, todas sufrían patologías adquiridas por las malas condiciones de las prisiones, como son tuberculosis, diarreas y desnutrición.
Además de la tuberculosis y las diarreas reportadas en Boniato y Quivicán, se recibieron denuncias de brotes de hepatitis en el Combinado del Este y escabiosis en Boniato y Kilo 7 (Camagüey).
Todas estas enfermedades proliferan debido a las pésimas condiciones de las prisiones. En el Centro Correccional de Mujeres Ceiba 4 (Artemisa), Kilo 7 y Combinado del Este los destacamentos tienen filtraciones. En este último penal y en la cárcel de Boniato los reclusos no han recibido ropa ni colchas para protegerse de las bajas temperaturas. También en el Combinado del Este y en las cárceles de mujeres Ceiba 4 y de las provincias Camagüey y Santiago de Cuba hay serios problemas con el abasto y la calidad del agua.
En cuanto a la alimentación, desde 10 prisiones de seis provincias del país la calificaron como pésima e insuficiente. Al igual que en meses anteriores, se repiten las denuncias de comida podrida, mal elaborada, raciones pequeñas, poca variedad de alimentos y el robo de los productos por parte de las autoridades para alimentar los cerdos que crían para beneficio personal. Incluso, en una fecha tan simbólica como la Nochebuena, los reclusos del Combinado del Este recibieron una comida pobre y mal elaborada.
A esto se suma el uso de formas torturas, asociadas muchas veces a las condiciones de reclusión en las celdas de castigo y el uso de esposas. Yasser Rivero Boni (Combinado del Este) ha estado por más de dos meses en una celda de castigo fría, mal alimentado, sin tomar sol y fue esposado de manos y pies en posición fetal, por más de 24 horas, lo que provocó que tuviera que hacer sus necesidades encima de su propio cuerpo. Aliesky Calderín Acosta (Prisión Kilo 8, Camagüey) cumplió seis meses en una celda de aislamiento sin luz, sin colcha para protegerse del frío y la mayor parte del tiempo sin colchón. En similares condiciones estuvo durante cinco días Roberto Pérez Fonseca (Prisión de Quivicán). Raibel Segundo Pacheco Santos (Prisión Provincial de Guantánamo) perdió el conocimiento producto de la golpiza que le dieron unos guardias cuando lo trasladaban hacia la cárcel de Boniato.
Otros reclusos enviados a celda de castigo durante el mes fueron Alejandro Camejo Paunier (Kilo 7), Jorge Alexis Agüero Gómez (Kilo 8) y Ohauris Rondón Rivero (Campamento de trabajo forzado “El 18”, La Habana”).
Las restricciones a la comunicación fue uno de los problemas más reportados durante el mes, incluyendo las fechas familiares como Nochebuena o fin de año. Ya sea por problemas técnicos a los cuales no se les presta atención o por negativa de las autoridades penitenciarias, a los reclusos se les viola frecuentemente su derecho a comunicarse. Además, persiste la práctica de castigar a los presos que denuncian a través de llamadas telefónicas las violaciones en los penales.
Algo similar ocurre con las visitas familiares, que las autoridades penitenciarias suspenden arbitrariamente como forma de castigo. Este mes le fueron canceladas las visitas familiares o conyugales a los presos políticos Gustavo Colás Castillo (Prisión Provincial de Las Tunas), Ohauris Rondón Rivero (Campamento de trabajo forzado “El 18”), Juan Enrique Pérez Sánchez (Prisión Melena de Sur) y Amaury Díaz García (Prisión Nieves Morejón, Sancti Spíritus), este último por negarse a trabajar como delator para la Seguridad del Estado.
Desde las cárceles Combinado del Este, La Pendiente (Villa Clara) y el Centro Penitenciario de Mujeres Ceiba 4 se recibieron denuncias de violaciones al derecho de los reclusos a tomar el sol. En este último penal, las prisioneras son obligadas a trabajar bajo coacción y reciben acoso por parte del personal masculino del penal, pero no lo denuncian porque constantemente las amenazan con revocarlas a régimen de mayor severidad.
También son frecuentes las amenazas, formuladas no solo directamente a los prisioneros, sino también a través de familiares o allegados. Durante una reciente detención a la Dama de Blanco Lázara León Cabrera, un oficial de la Seguridad del Estado le dijo que podían fabricarle una nueva causa a las presas políticas Saylí Navarro Álvarez y Sissi Abascal Zamora (Prisión La Bellotex, Matanzas) para que aumentara su tiempo encarceladas. Las requisas y decomisas arbitrarios siguen siendo motivo de conflictos, sobre todo con los presos políticos. Este mes Andy Dunier García Lorenzo (Prisión de Guamajal, Villa Clara) realizó una huelga de hambre de más de dos semanas, que puso en peligro su vida, exigiendo que le devolvieran unas cartas personales que le fueron ocupadas por las autoridades del penal.
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