Relación, por orden alfabético, de algunos reclusos con situaciones delicadas de salud reportadas durante el mes de abril de 2024. Estos casos son un subregistro del total de las víctimas del sistema penitenciario cubano a lo largo del mes.
(*) Información obtenida por Centro de Documentación de Prisiones Cubanas.
(Prisión 1580, La Habana): No recibe los medicamentos para sus padecimientos psiquiátricos. Lo tienen junto a los demás reclusos, lo cual le provoca múltiples conflictos cuando se encuentra en crisis.
(Prisión de Canaletas, Matanzas): Se auto agredió cortándose en los brazos y la cabeza, ya que se encuentra descompensado por no recibir los medicamentos para sus tratamientos psiquiátricos. Fue llevado al hospital de Colón, donde recibió una mala atención y no le avisaron a su familia hasta dos semanas después. Ha perdido la visión, pero las autoridades no permiten que salga a graduarse la vista.
(Combinado del Este, La Habana): Padece de gastristis, está perdiendo la visión, ha bajado más de 30 kilos y le niegan la atención médica.
(Kilo 8, Camagüey): Padece problemas digestivos e hipertensión arterial. Está sufriendo mareos y desmayos debido a la huelga de hambre que realiza, pero las autoridades le niegan la asistencia médica. A los 16 días que comenzó la huelga la abandonó, debido a que contrajo una enfermedad transmitida por mosquitos*.
(Prisión de Boniato, Santiago de Cuba): Recluso alias Caramelo presenta desnutrición de grado 3 debido a que la comida es muy poca, mala y no tiene familia que lo ayude. Mide 1.85 y pesa 52 kilos, menos de 30 kilogramos de su peso normal. Otro recluso lo describió como "una calavera".
(Prisión Guanajay, Artemisa): Se encuentra muy grave de salud, descompensado del azúcar en sangre y no recibe atención médica. En medio de una crisis de diabetes fue llevado caminando, bajo el sol, hacia un puesto médico a cinco kilómetros de la prisión. Debido a su condición y a su avanzada edad, esto empeoró su situación, al punto de que pensó que sufriría un infarto.
(Prisión Guamajal, Villa Clara): Producto de la huelga de hambre que realiza su estado de salud es crítico y tuvo que ser ingresado.
(Prisión Cuba-Panamá, Mayabeque): Tiene las defensas bajas y padece hepatitis. Se encuentra desnutrida debido a la mala calidad de la alimentación. Está supurando humor con sangre de la herida de una operación. No recibe medicamentos y cuando reclama es llevada a celda de castigo.
(Combinado del Este, La Habana): Padece de cefalea migrañosa crónica, lleva varios días con fuertes dolores y el carcelero, teniente Norberto, impidió que el médico José Pérez le diera atención médica.
(Prisión Provincial de Guantánamo) Padece migraña, hipertensión y cardiopatía isquémica. No recibe medicamentos en el penal. La familia tiene que conseguirlos y a veces entrarlos escondidos.
(Kilo 7, Camagüey): Se encuentra desnutrido y no recibe dieta alimentaria. Es diabético y no le hacen pruebas de glucemia.
(Prisión Agüica, Matanzas): Desde el 13 de junio no le suministran a Félix Navarro los medicamentos para la diabetes. La prisión no los tiene y ponen trabas cuando su esposa se los lleva.
(Prisión Provincial de Granma): Padece una dermatitis alérgica que le ha provocado granos en todo el cuerpo. Las autoridades del penal no lo llevan con la especialista para determinar a qué le hace alergia. También padece de artrosis, diagnosticada a los dos meses de estar en la prisión.
(Centro penitenciario “Tarea Confianza”, Santiago de Cuba): Tiene pérdida considerable de visión en el ojo derecho debido a la golpiza que le dieron durante su detención.
(Kilo 8, Camagüey): Continúa negándole psicofármacos y asistencia médica especializada.
(Combinado del Este, La Habana): Está descompensado del azúcar, la presión arterial y con un fuerte dolor de muelas para el cual no recibe atención médica ni medicamentos. Las autoridades no escuchan sus reclamos.
(Prisión de Boniato, Santiago de Cuba): Está contagiado de fiebre de Oropouche.
(Prisión de Canaletas, Matanzas): No está recibiendo atención médica, a pesar de que se encuentra grave de salud. Por este motivo se declaró en huelga de hambre.
(Campamento de trabajo forzado Ho Chi Minh, Mayabeque): Al igual que muchos reclusos del campamento, se encuentra con fiebre, temblores y deseos de vomitar, debido a algún virus que no le han diagnosticado.
(Prisión Quivicán, Mayabeque): Está con crisis de falta de aire y necesita ser trasladado a un hospital para que especialistas le hagan pruebas.
(Combinado del Este, La Habana): Desde hace un año le dieron un tiro en la ingle y aún no le han extraído el proyectil, por lo cual se encuentra en silla de ruedas y sufriendo fuertes dolores. Por este motivo anunció que se declararía en huelga de hambre para exigir asistencia médica.
(Campamento de trabajo forzado de Bidot, Camagüey): Es hipertenso y no recibe los medicamentos.
(Campamento de trabajo forzado Quivicán, Mayabeque) Como muchos otros reclusos en el campamento, se encuentra enfermo con la fiebre de Oropouche.
(Prisión de Mujeres de Occidente, La Habana): Venezolana recluida en Cuba por tráfico de drogas. Tiene cálculos en la vesícula y lleva dos años esperando por una operación quirúrgica, sin recibir respuesta favorable.
(Prisión de Boniato): Se encuentra afectado de sífilis, bajo peso y su condición de salud es muy delicada.
(Combinado del Este, La Habana): Tiene un quiste en la boca, problemas de la vista y no recibe atención médica.
(Prisión 1580, La Habana): Le niegan la atención médica y el suministro diario de medicamentos que necesita, los cuales le lleva su familia pues en el penal no se los garantizan. Está defecando sangre. No se puede alimentar bien porque le han salido llagas en la boca y sufre de dolores de cabeza constantes.
(Combinado del Este, La Habana): Padece problemas en el corazón, se encuentra muy delgado y no recibe atención médica.
(Prisión de Quivicán, Mayabeque): Se encuentra con ataques de asma y persisten los problemas gástricos. No se ha podido recuperar desde la última vez que estuvo en una celda de castigo pintada con sustancias que le afectaron su salud de manera considerable. A pesar de esta situación, las autoridades lo obligaron a permanecer dentro del calabozo cuando estaban fumigando esa zona de la prisión. Esto le provocó asfixia, vómitos y tuvo que ser llevado de urgencia a la enfermería.
(Prisión de Quivicán, Mayabeque): Se encuentra muy delgado, desnutrido. Ha perdido más de la mitad de su peso.
(Kilo 7, Camagüey): Padece de diabetes, hipertensión arterial y alergias. Lleva más de cinco meses solicitando asistencia médica y la dieta alimentaria que le corresponde, sin obtener respuestas de las autoridades.
(Combinado del Este, La Habana): Recluso de 68 años de apellido Varela lleva semanas con diarrea, deshidratado, sin recibir atención médica adecuada.
(Prisión Guamajal, Villa Clara): Es paciente de psiquiatría, no recibe sus medicamentos y se encuentra desnutrido.
(Combinado del Este, La Habana): Ha continuado perdiendo piezas dentales sin que le proporcionen atención estomatológica.
(prisión en Santiago de Cuba): Permanece encarcelado sin recibir la atención médica adecuada. Padece varios problemas de salud, como hipertensión, diabetes y episodios depresivos, lo que ha provocado un deterioro continuo en su condición. Desde hace dos meses, Yerismar tiene una sonda debido a la retención de orina. La semana pasada intentaron retirársela, pero debido a que esta condición persiste por la falta de tratamiento, tuvieron que volver a colocarla. Hasta el momento no ha recibido un diagnóstico claro ni se ha identificado el origen de su problema, lo que ha agravado su estado anímico y físico.
(Centro Penitenciario de Mujeres Ceiba 4, Artemisa): A pesar de tener altas fiebres de 39 grados y dolores en todo el cuerpo, los guardias se niegan a llevarla al puesto médico del penal. Luego una enfermera le dijo que no podía ser atendida, porque el médico Adriano Castro se encontraba durmiendo. Esta situación de desatención se repitió por varios días.
(Kilo 9, Camagüey): Continúa expulsando materia por la vejiga sin que le cambien la sonda ni le den medicamentos para la infección. El jefe de la cárcel le dijo que se tenía que morir porque no había atención médica para él.