Relación, por orden alfabético, de algunos reclusos con situaciones delicadas de salud reportadas durante el mes de abril de 2024. Estos casos son un subregistro del total de las víctimas del sistema penitenciario cubano a lo largo del mes.

(*) Información obtenida por Centro de Documentación de Prisiones Cubanas. 

Carlos Alberto Macdonald Ennis

(Prisión Provincial de Las Tunas): Está muy enfermo. Es cardiópata, hipertenso, diabético y tiene un tumor en la cavidad nasal, que incluso no se ha ubicado el lugar preciso donde se encuentra debido a que no le han practicado los exámenes necesarios. No recibe los medicamentos que necesita.

José Daniel Ferrer García

(Prisión Mar Verde, Santiago de Cuba): Se encuentra muy delgado, con muchas picaduras de chinches y mosquitos.

Lázaro Daniel Cazola Escobar

(Prisión Provincial de Las Tunas): Se encuentra en mal estado de salud debido a la huelga de hambre que realizó. Durante la huelga le negaron la atención médica.

Leoncio Rodríguez Ponce

(Prisión Cuba Sí, Holguín) Adulto mayor que lleva 36 años en prisión. Padece úlceras, hipertensión, desnutrición severa, problemas renales, reumatismo y hemorroides. No recibe atención médica. Su situación es crítica.

Loreto Hernández García

(Prisión Guamajal, Villa Clara): Por reclamar atención médica fue agredido por un preso común al servicio de las autoridades. Luego de la agresión tuvo que ser trasladado a la enfermería del penal debido a una crisis de hipertensión que le provocó fuertes dolores en el pecho.

Miguel Díaz Bauzá

(Campamento de trabajo forzado “Remedios 2”, Villa Clara) Adulto mayor que padece varias enfermedades como hipertensión, diabetes y problemas en los riñones. Las condiciones del penal le impiden sostener tratamientos adecuados. También ha desarrollado vitiligo dentro de la cárcel, lo cual cree que sea producto del estrés.

Nadir Martín Perdomo

(Campamento de Trabajo Forzado Quivicán): Por tercera vez se contagió de dengue. Esto es consecuencia de las malas condiciones en que se encuentra y de un historial previo de enfermedades. Su organismo no absorbe vitaminas ni proteínas; las desecha muy rápido. Está comiendo muy poco debido a la mala alimentación y por ese motivo está muy delgado y el estómago se le ha reducido.

Nelson Caballero Díaz

(Prisión Cerámica Roja, Camagüey): Tras su detención por una protesta ocurrida en el municipio Jimaguayú en el mes de octubre, lo mantuvieron varias semanas incomunicado y sin recibir atención médica adecuada, a pesar de las reiteradas solicitudes de la familia para obtener información sobre su estado de salud.

Onaikel Infante Abreu

(Combinado del Este, La Habana): Ha adelgazado considerablemente. No le suministran los medicamentos que necesita para la epilepsia.

Pedro Carlos Camacho Ochoa

(Prisión Provincial de las Tunas): No recibe los medicamentos que necesita para la hipertensión y sus padecimientos psiquiátricos.

Raúl Felipe Quian Cuesta

(Prisión de Agüica, Matanzas): Sufrió un incremento acelerado de su tensión arterial con fuerte dolor en el pecho, taquicardia y falta de aire que requería atención médica especializada, incluyendo traslado a un hospital. Sin embargo, a pesar de su historial clínico y la gravedad de la situación, la petición de traslado hecha por la doctora de la cárcel fue denegada por el jefe de la prisión, el teniente coronel Emilio Cruz Rodríguez.

Roberto Ferrer Gener

(Prisión Combinado del Este, La Habana): Ha estado padeciendo fiebres, sin recibir atención médica adecuada.

Roberto Pérez Ortega

(Combinado del Este, La Habana): Se encuentra descompensado de los nervios, sin medicamentos y no recibe atención médica de forma sistemática.

Saylí Navarro Álvarez

(Prisión Provincial de Mujeres de Matanzas): Está sufriendo de un fuerte dolor en la espalda y el estómago. Lleva semanas esperando que le hagan un ultrasonido de los riñones.

Walfrido Rodríguez Piloto

(Prisión Jóvenes de Cotorro, La Habana): A inicios de mes fue trasladado desde el hospital Salvador Allende hacia el Hospital Nacional de Reclusos en el Combinado del Este. Su salud está muy delicada y se encuentra muy delgado.

Yasser Rivero Boni

(Combinado del Este, La Habana): Padece asma y fue recluido una celda húmeda y sin acceso a luz solar. Durante su encarcelamiento, ha sufrido una pérdida de peso severa, y las condiciones en las que se encuentra han afectado gravemente su salud física y emocional.

Yoandris Lafargue Robert

(Prisión Provincial de Guantánamo) Padece diabetis crónica y su situación empeora con el paso del tiempo. Es cardiópata, hipertenso grado 2, epiléptico crónico. No recibe medicamentos ni la alimentación acorde a sus padecimientos. Por sus problemas de hipertensión arterial debe ser llevado semanalmente al hospital, pero pasan varias semanas sin que lo conduzcan por falta de personal de guardia o de combustible, lo que provoca que se descompense.

Yordis Fuentes Pérez

(Prisión Provincial de Guantánamo): Fue operado de la próstata, pero no se le permitió permanecer en el hospital para su recuperación. Fue devuelto a la prisión, donde, en lugar de recibir cuidados en la enfermería, fue ubicado junto al resto de la población penal. El jefe de la Seguridad del Estado en la prisión, el mayor Rubén Fernández, le dijo que “le rezara a Dios” para poder recuperarse por su cuenta, ya que en el penal no hay medicamentos, antiinflamatorios ni antibióticos, y tampoco gasas ni alcohol para las curas que necesita. La herida, con más de 30 puntos, está inflamada, y lo mantienen en un destacamento sobrepoblado, lo que incrementa el riesgo de infección y dificulta aún más su recuperación.

Yosvany Cordero Queralta

(1580, La Habana): Tras un tiempo sin recibir atención médica para una tuberculosis adquirida en la prisión, tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital Salvador Allende, donde le drenaron líquido de los pulmones. Allí solo le suministraban una tableta de azitromicina al día y no recibía el tratamiento intravenoso con los antibióticos que requiere. A pesar de su situación, fue llevado en estado crítico hacia al Hospital Nacional de Reclusos, en el Combinado del Este, donde no había rocephin para suministrarle ni recibió atención médica adecuada. Su situación ha continuado complicándose, hasta el punto de que apenas puede respirar.

Yosvany Rosell García Caso

(Prisión Cuba Sí, Holguín): Durante un mes no le han dado los medicamentos que toma para la presión, el corazón y la gastritis. Además de que no se los garantizan en el penal, cuando su esposa los ha llevado no se los han querido recibir.

Yunaiky de la Caridad Linares Rodríguez

(Prisión Mujeres de Occidente, La Habana): Mientras estuvo castigada en celda de aislamiento le negaron la atención médica para una neuralgia que tenía en el rostro. Le han salido nuevos granos, similares a uno que tuvo que operarse anteriormente. Una psiquiatra comenzó a suministrarle un medicamento que no fue consultado con su familia y que no se tiene certeza de que en realidad sea el adecuado para su estado.

Botón volver arriba