Actualización sobre condiciones en prisiones cubanas (enero de 2025)
Con la llegada del nuevo año, las autoridades penitenciarias aplicaron otra reducción a las ya de por sí menguadas raciones de alimentos que reciben las personas reclusas. Esta información llegó de forma independiente al Centro de Documentación de Prisiones Cubanas desde las cárceles Combinado del Este, 1580 y Prisión de Mujeres de Occidente (La Habana), Cuba Sí (Holguín), Prisión Provincial de Mujeres de Matanzas y Kilo 7 (Camagüey).
La disminución de las raciones se suma a la mala calidad de los alimentos, a veces en estado de descomposición, y a su poca variedad, lo que favorece aún más la proliferación de enfermedades derivadas de deficiencias alimentarias, en un entorno donde es nula la medicina preventiva y escasean los medicamentos y el personal sanitario para la atención oportuna de los padecimientos más básicos. Abundan los cuadros de desnutrición generalizada, la hambruna y varias muertes ocurridas en establecimientos penitenciarios se asocian directamente a la mala alimentación.
Las denuncias sobre estados de salud de personas privadas de libertad y de negación de atención médica registradas durante el mes pueden consultarse en el informe “Personas privadas de libertad con situaciones delicadas de salud”.
Durante enero, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas monitoreó un total de 244 incidentes relacionados con personas privadas de libertad. El crecimiento cuantitativo respecto a los meses anteriores se debe fundamentalmente al proceso de excarcelaciones iniciado (y detenido seis días después) por el régimen cubano, mediante el cual se le otorgó excarcelación anticipada a alrededor de 180 personas privadas de libertad por razones políticas. A la mayoría de ellas ya les correspondía este beneficio y le había sido negado con anterioridad.
De los 244 incidentes, 75 ocurrieron dentro de prisiones y centros de detención y, de estos, 71 constituyeron violaciones de derechos de las personas reclusas. Las provincias donde se registraron mayor cantidad de violaciones fueron La Habana, Mayabeque y Camagüey; y entre las prisiones, se recogió la mayor cantidad de denuncias en el Combinado del Este (La Habana), Kilo 8 (Camagüey), la prisión de Melena del Sur y el campamento de trabajo forzado Ho Chi Minh (Mayabeque). Se registraron violaciones en 32 cárceles y centros de detención de 12 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.

Las violaciones más reiteradas fueron aquellas que implicaron hechos de hostigamiento y represión (48), negación de atención médica (16), malas condiciones de vida en prisión (13), restricciones a la comunicación (10), problemas con la alimentación (10) y golpizas y torturas físicas (9)1. En total se identificó durante el mes la ejecución de 30 tipos de violaciones hacia los derechos de las personas reclusas.
Al menos 72 personas reclusas (seis mujeres y 66 hombres) fueron víctimas de algún tipo de violación a sus derechos2. Unas 13 denuncias hicieron referencia a violaciones contra la totalidad de la población penitenciaria de un establecimiento. El manifestante del 11J Roberto Pérez Fonseca (Prisión de Quivicán, Mayabeque) fue la persona contra la que se reportaron mayor cantidad de violaciones. Las vulnerabilidades más recurrentes de las víctimas son: ser privadas de libertad por razones políticas, ser afrodescendiente y oponerse a las posturas gubernamentales.

Se identificaron total o parcialmente 11 personas (dos mujeres y nueve hombres) que participaron en la ejecución de las violaciones: nueve funcionarios penitenciarios, un oficial de la Seguridad del Estado y una reclusa coludida con las autoridades.
Además de los problemas con la alimentación a los que ya se hizo referencia, las condiciones de vida en prisión, de manera general, continuaron siendo pésimas. Hacinamiento, mala calidad y acceso deficiente al agua, suciedad y proliferación de brotes de enfermedades contagiosas, son algunos de los problemas denunciados.
A esto se suma el maltrato constante a las personas reclusas. En los casos de José Ángel Blanco González (Prisión Melena del Sur, Mayabeque) y el adulto mayor Ulises Rodríguez Machado (Kilo 8) las palizas propinadas por los guardias terminaron con sus vidas.
Durante el mes se registró la muerte de otros tres reclusos: Ricardo Valdés Crespo, en la prisión de Melena del Sur, por negligencia de las autoridades al atender una emergencia de salud; Yankiel Justiz Despaigne, en ese mismo penal, por tuberculosis sin atención sanitaria; y un recluso de identidad desconocida, en la cárcel de Boniato (Santiago de Cuba).
Las golpizas y el uso de torturas con esposas fueron denunciadas como prácticas generalizadas en las cárceles de Kilo 7 (Camagüey), Cuba-Panamá, Melena del Sur y el campamento de trabajo forzado “Ho Chi Minh” (Mayabeque). También durante las requisas los guardias abusaron de su autoridad y maltrataron a los reclusos.
Estas condiciones inhumanas y la impunidad ante los abusos son empleadas sistemáticamente también por los guardias como forma de tortura psicológica, amenaza y burla hacia los reclusos. De acuerdo con una denuncia publicada en enero, en la prisión de Melena del Sur, cuando llegan los nuevos prisioneros, los reciben con un “bienvenidos a la demoledora de hombres”. A Manuel Velázquez Santana, en ese mismo penal, el capitán de apellido Kindelán le ha dicho en varias ocasiones que le hará la vida imposible y le fabricará una nueva causa, lo que provocó que el opositor y prisionero político se declarara en huelga de hambre, como protesta ante el hostigamiento reiterado.
También acudieron a esta forma de protesta Dixán Gaínza Moré (Kilo 8), Andrés Rodríguez López (Prisión Provincial de Villa Clara), Kevin Damián Frómeta (Prisión 1580), Lizandra Góngora Espinosa (Prisión Los Colonos, Isla de la Juventud) y Jorge Luis Rodríguez Valdés (Prisión Provincial de Pinar del Río). Estos dos últimos presos políticos comenzaron huelgas de hambre para mostrar su inconformidad ante el reducido, condicionado y falto de transparencia proceso de excarcelación anunciado por el Estado cubano.
Durante el mes denunciaron violaciones a su derecho a la comunicación los reclusos Jorge Martín Perdomo, Nosley Lázaro Domínguez y Yeriel Cruz Pérez (Campamento de trabajo forzado Ho Chi Minh), Nadir Martín Perdomo (Prisión Ganuza, Mayabeque), Idaelso Guevara Cárdenas (Prisión Nieves Morejón, Sancti Spíritus), Saylí Navarro Álvarez y Sissi Abascal Zamora (Prisión Provincial de Mujeres de Matanzas) y Kevin Damián Frómeta Castro (Campamento de trabajo forzado “La Lima”, La Habana).
Los traslados hacia prisiones alejadas o con regímenes de mayor severidad y las revocaciones de medidas no privativas de libertad siguen aplicándose como forma de represión, principalmente contra los presos políticos. Lázaro Noel Urgellés Fajardo, quien cumplía sentencia fuera de prisión por participar en las protestas de julio de 2021, fue revocado y trasladado a la prisión Valle Grande (La Habana); Dixán Gaínza Moré fue trasladado a la cárcel Kilo 8 por gritar consignas antigubernamentales, y también movieron a ese penal a Edilberto Ronal Arzuaga Alcalá, bajo la falsa acusación de que preparaba una protesta para el día en que Donald Trump asumiera la presidencia. Fernando Almenares Rivera y Pastor Domínguez Muñoz fueron trasladados desde unidades policiales hacia el cuartel de la Seguridad del Estado Villa Marista (La Habana) y la Prisión Provincial de Granma, respectivamente, con una golpiza en el caso de Domínguez. Andrés Lugo Pérez, a pesar de su crítico estado de salud mental, fue sacado del hospital de la cárcel de Boniato y regresado a un nuevo destacamento de esa prisión.
A Roberto Pérez Fonseca (Prisión de Quivicán) lo amenazaron con trasladarlo a una prisión lejana por denunciar que le negaron la asistencia religiosa y a José Antonio Pompa López (Combinado del Este) intentaron intimidarlo con moverlo al edificio donde se encuentran los reos con altas condenas por asesinato.El 13 de enero, a Aliesky Calderín Acosta (Kilo 8) lo tenían aún recluido en una celda de castigo, a la que fue llevado hace más de siete meses, en una clara violación del tiempo máximo establecido en las Reglas Mandela y el propio reglamento penitenciario cubano para este tipo de castigo. Durante el mes fueron sometidos a aislamiento Guillermo Carralero López, Javier Reyes Peña, Carlos Alberto Macdonald Ennis, Pedro Carlos Camacho Ochoa (Prisión Provincial de Las Tunas) y Alexander Fábregas Milanés (Prisión La Pendiente, Villa Clara), este último por gritar frases contestatarias a la salida de su juicio.

- Un mismo hecho puede incluir varios tipos de violaciones. ↩︎
- Un mismo hecho violatorio puede implicar a varias personas reclusas. ↩︎