Relación, por orden alfabético, de algunos reclusos con situaciones delicadas de salud reportadas durante el mes de abril de 2024. Estos casos son un subregistro del total de las víctimas del sistema penitenciario cubano a lo largo del mes.

(*) Información obtenida por Centro de Documentación de Prisiones Cubanas. 

Adel de la Torre Hernández

(Prisión 1580, La Habana)*: Sigue manifestando ideas suicidas. Se contagió de Oropouche y ha perdido la visión de un ojo. No lo han llevado al médico por falta de combustible.

Alexander Díaz Rodríguez

(Prisión Combinado de la Construcción “Augusto César Sandino”, Pinar del Río): Se encuentra en grave estado de salud debido a su padecimiento de cáncer en la garganta, complicado con una hepatitis B. A pesar de su precario estado de salud fue mantenido en la prisión hasta que lo trasladaron hacia el hospital civil de la cabecera provincial, en muy malas condiciones.

Alexander Fábregas Milanés

(Prisión La Pendiente, Villa Clara): Se encuentra enfermo, sin atención médica. Un solo día le preguntaron si tenía fiebre y le dieron un paracetamol.

Alexey Martínez Rojas

(Prisión Guamajal, Villa Clara): Fue trasladado a la sala de penados del Hospital Arnaldo Milián ya que su salud se estaba deteriorando debido a la huelga de hambre que realizaba. Llegó a pesar 47 kilogramos. Tuvieron que suministrarle alimentación parenteral y empeoró la úlcera que padece. Tras terminar la huelga fue regresado a la prisión, donde no le suministran los medicamentos para la úlcera.

Andy Dunier García Lorenzo

(Prisión de Guamajal, Villa Clara): Se contagió de Oropouche en la prisión y no recibió medicamentos.

Donaida Pérez Paseiro

(Prisión Guamajal de Mujeres, Villa Clara): Se encuentra enferma con Oropouche en la enfermería del penal y las autoridades se niegan a trasladarla a un hospital.

Duannis Dabel León Taboada

(Combinado del Este, La Habana): Durante varios días exigió atención médica y le fue negada, lo que le llevó a realizar una protesta que terminó en una fuerte represión en su contra.

Francisco Rangel Manzano

(Prisión Canaletas, Matanzas): Su salud se ha deteriorado debido a las malas condiciones en que se encuentra prisionero a su avanzada edad.

Héctor Santana Vega

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Recluso de 65 años y condenado a cadena perpetua. Padece hipertensión arterial, asma crónica y es impedido físico.

Humberto Ramos Ramos

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Padece tuberculosis y problemas psiquiátricos.

Jorge Melquiades Rodríguez Agüero

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Recluso de 65 años y condenado a cadena perpetua. Padece hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, problemas prostáticos y circulatorios.

Jorge González Ávila

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Padece hipertensión arterial, diabetes, problemas circulatorios, pérdida parcial de la vista.

Jorge Yenier Ortiz Aguilera

(Prisión Provincial de Granma): Está sufriendo fuertes dolores. Por reclamar que le dieran asistencia médica y medicamentos para calmar las dolencias recibió una golpiza.

Juan Enrique Pérez Sánchez

(Prisión Melena del Sur, Mayabeque): Las autoridades le quitaron de forma arbitraria los medicamentos para la presión, el asma y para conciliar el sueño.

Lázaro García Ríos

(Combinado del Este, La Habana): Necesita una analítica de sangre y atención médica de un cardiólogo. Sus piernas hinchadas están llenas de hematomas. Vomita y orina sangre. No le suministran Warfarina y Enalapril, la medicación que necesita para su enfermedad cardiovascular.

Lisandro Fonseca Gámez

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Está con fiebre, problemas para orinar y no recibe atención médica, a pesar de que hace meses un ultrasonido que le realizaron arrojó que tenía problemas en la próstata.

Luis Rodríguez Tejedor

(Prisión Provincial de Villa Clara): Sufrió un infarto al miocardio y tiene un trombo cerca de la pierna izquierda que puede incapacitarlo por completo, pero no recibe atención médica.

Maykel Arnaldo Reyes Álvarez

(Combinado del Este): Se encuentra enfermo y no recibe atención médica ni medicamentos.

Miguel Enrique Girón Velázquez

(Prisión Cuba Sí, Holguín): En condición crítica de salud debido a una enfermedad congénita en el esqueleto óseo que prácticamente le impide caminar. No le otorgan la licencia extrapenal.

Onaikel Infante Abreu

(Combinado del Este, La Habana): Presenta un cuadro clínico de diarreas, fiebre, vómitos y un intenso decaimiento, síntomas que podrían indicar un proceso viral, y no ha recibido atención médica. Su estado físico ha empeorado notablemente durante su encarcelamiento. (Combinado del Este, La Habana): Presenta un cuadro clínico de diarreas, fiebre, vómitos y un intenso decaimiento, síntomas que podrían indicar un proceso viral, y no ha recibido atención médica. Su estado físico ha empeorado notablemente durante su encarcelamiento.

Orlando González Arias

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Padece problemas prostáticos, pérdida de la visión, hipertensión arterial y cardiopatía isquémica.

Osmedi Bárbaro Castelló Rivero

(Prisión del VIH, Camagüey): Se encuentra recluido en una celda tapiada solicitando asistencia médica para una hernia muy grave que tiene en el abdomen y una fístula. Ante la constante negativa de las autoridades, se inyectó una sustancia en ambas manos, lo cual se le complicó debido a su diabetes y derivó en amputación.

Pedro Albert Sánchez

(Prisión 1580): Padeció dolores de cabeza y estuvo más de un mes mal alimentándose debido a un estado gripal que padeció gran parte de la población del penal.

Ramón González Carralero

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Recluso de 66 años y condenado a cadena perpetua. Padece hipertensión arterial, problemas prostáticos y duodenales.

Roberto Pérez Fonseca

(Prisión de Quivicán): Está con los brazos hinchados por las tantas veces que le tienen que poner medicamentos en vena semanalmente. Son tantos los pinchazos que cada vez se le dificulta que le cojan las venas. Recientemente se le terminó la última jeringuilla que le llevó su familia y ante la falta de insumos en la prisión tendrá que aguantar los dolores de las úlceras estomacales. Con las condiciones higiénicas de la prisión, existe un alto riesgo de que termine con una infección u otra enfermedad. Las autoridades penitenciarias se niegan a ingresarlo en un hospital para que sea tratado como corresponde. Durante el mes, pintaron su destacamento con polvo de cal y los guardias se negaron a sacarlo del lugar, lo que le provocó fuertes ataques de asma.

Roberto Pinto Pérez

(Prisión de Guamajal, Villa Clara): Padece un tumor en las cuerdas vocales. Desde el 16 de enero de 2024 los médicos le indicaron que necesita intervención quirúrgica y aún no se la han realizado. Tampoco recibe atención médica. Le han denegado la licencia extrapenal.

Roberto Silva Arencibia

(Combinado del Este, La Habana): Adulto mayor y paciente de psiquiatría que ha cumplido 33 años de prisión. Se encuentra en mal estado físico y mental.

Ulises Machado Racero

(Prisión Kilo 8, Camagüey): Recluso de 73 años y condenado a cadena perpetua. Padece cirrosis hepática aguda, pérdida parcial de la visión, problemas prostáticos y circulatorios.

Yasmani González Valdés

(Combinado del Este, La Habana): Su esposa denunció que está muy demacrado y delgado y que cada día lo ve peor físicamente.

Yessica Coimbra Noriega

(Centro Penitenciario de Mujeres “Ceiba 4”): Le salió un grano en el brazo derecho, que le empeoró mucho. Solicitó asistencia médica y en el penal comenzaron a inyectarla, supuestamente con penicilina. La reclusa alega que en realidad le estaban poniendo placebo, ya que la inflamación no bajaba y solo mejoró cuando otra prisionera le consiguió unos antibióticos.

Yilian Lucía Oramas García

(Prisión Cuba-Panamá, Mayabeque): La mantienen en régimen severo y sin pases, a pesar de que en el penal le prometieron que no lo harían para que ella desistiera de la huelga de hambre que había comenzado. Este engaño le ha provocado mucha alteración, se le ha descompensado el azúcar y no recibe atención médica. Es paciente de VIH.

Yoanky Báez Albornoz

(Combinado del Este, La Habana): Se declaró en huelga de hambre exigiendo atención médica. Una oficial le dijo que quienes único podían autorizarlo eran los de la Sección 21, de la Seguridad del Estado.