Relación, por orden alfabético, de algunos reclusos con situaciones delicadas de salud reportadas durante el mes de diciembre de 2024. Estos casos son un subregistro del total de las víctimas del sistema penitenciario cubano a lo largo del mes.

(*) Información obtenida por Centro de Documentación de Prisiones Cubanas.

Adel de la Torre Hernández

(Prisión 1580, La Habana): Padece dolores de cabeza constantes, un intenso dolor de muelas y una profunda depresión, sin acceso a los medicamentos esenciales.

Alexander Lores Martínez

(Prisión de Quivicán, Mayabeque): Tiene un brote en la piel por estrés. Está muy delgado y con giardiasis. Además, lleva todo el año con pérdida de la visión y camina con dificultad. Requiere que le realicen un chequeo médico.

Amalio Álvarez González

(Combinado del Este, La Habana): Tiene fuertes dolores en las piernas, por el nervio ciático dañado, y se le hincha el hombro del brazo izquierdo por una bursitis. Su hermana ha tenido que conseguir por sus medios carbamazepina, medicamento que el prisionero no tiene garantizado en la cárcel. En una llamada a su hermana le dijo que se estaba muriendo de frío y de dolor en los huesos debido a las bajas temperaturas en el penal.

Andrés Lugo Pérez

(Prisión de Boniato, Santiago de Cuba): Pasó más de una semana en estado depresivo severo, por lo que fue trasladado al hospital del penal. Su situación ha evolucionado hacia un cuadro nervioso con síntomas paranoicos, que se agrava progresivamente. Sufre episodios de pánico, teme por su vida y asegura que lo quieren matar. A pesar de este cuadro, no recibía atención médica especializada ni era evaluado por un psiquiatra. Su madre visitó la prisión y habló con la jefa del hospital, quien afirmó que Andrés está siendo tratado con benadrilina y levomepromazina. Este último es un medicamento con efectos secundarios significativos, como sedación excesiva, alucinaciones, depresión severa y convulsiones. Su familia expresó profunda preocupación, ya que Andrés no había sido atendido por un especialista en salud mental y los medicamentos administrados en el penal podrían agravar su condición.

Andy Dunier García Lorenzo

(Prisión de Guamajal, Villa Clara): Debido a la huelga de hambre que realizó, su madre lo vio en un estado de salud preocupante. Tenía los ojos hundidos, con ojeras negras y estaba extremadamente delgado. Además, le faltaba el aire al hablar y lo tiene que hacer muy despacio porque no tenía fuerzas.

Ángel Serrano Hernández

(Combinado del Este, La Habana): Padece problemas de la próstata y le niegan la atención médica.

Dixán Gaínza Moré

(La Empresita, Camagüey): Sufrió un accidente de trabajo en la prisión y se fracturó la pierna izquierda. Le pusieron una canal en el pie. Le mandaron antibióticos y antinflamatorios para luego someterlo a una cirugía, pero no le suministraron los medicamentos en los días posteriores.

José Daniel Ferrer García

(Prisión Mar Verde, Santiago de Cuba: Se encuentra con muchas picaduras de mosquitos y chinches. Durante un traslado forzado al hospital de la prisión de Boniato le provocaron unas heridas con objetos punzantes y expresó preocupación por que le hubiesen inoculado algún tipo de enfermedad.

José Gabriel Barrenechea Chávez*

(Prisión La Pendiente, Villa Clara): Durante la visita, un familiar dijo que lo vio muy delgado y nervioso.

Mackyanis Yosney Román Rodríguez

(Prisión Mujeres de Occidente, La Habana): Se autolesionó cortándose los brazos, luego de que le negaran atención estomatológica para un fuerte dolor de cordales, que está sufriendo. Debido a los dolores, se tuvo que sacar ella misma los cordales.

Milena Leyva

(Centro Penitenciario de Mujeres Ceiba 4, Artemisa) Regresó de un pase con mucha fiebre y la llevaron a varios hospitales donde no la atendieron correctamente. En su próximo pase, ella fue por sus medios a un hospital donde le hicieron varias pruebas y le indicaron un examen que se realiza mediante turno previo, pero tuvo que entrar a la prisión y no le dieron el permiso para que fuera al turno médico. Tampoco le hicieron un ‘conduce’ para ser llevada por los guardias.

Roberto Pérez Fonseca

(Prisión de Quivicán, Mayabeque): Durante los cincos días que estuvo encerrado en una celda de castigo tapiada, fría y sin luz, tuvieron que llevarlo en cinco ocasiones al puesto médico con crisis de asma.

Yosvani Rosell García Caso

(Prisión Provincial de Holguín): Se encuentra descompensado de la presión arterial y continúan sin darle los medicamentos.

Yunaiky de la Caridad Linares Rodríguez

(Prisión Mujeres de Occidente, La Habana): Padece de tiroides y no recibe medicación para esta enfermedad.

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