Personas privadas de libertad con situaciones delicadas de salud (febrero de 2025)
Relación, por orden alfabético, de algunas personas reclusas con situaciones delicadas de salud reportadas durante el mes de febrero de 2025. Estos casos son un subregistro del total de las víctimas del sistema penitenciario cubano a lo largo del mes.
A mediados de mes su presión arterial era de más de 200 y negaron su traslado al hospital tal como recomendó un cardiólogo. Le negaron el Captopril que lleva su esposa pues el penal no lo garantiza para su hipertensión crónica. Intentaron darle otro medicamento sin avisarle.
A finales de mes se supo que su salud empeoraba más y no tenía medicamentos. En noviembre de 2024 el CDPC registró que tenía un tumor en la cavidad nasal con ubicación precisa desconocida por falta de los exámenes necesarios. Es cardiópata, hipertenso y diabético.
Hacia finales de mes, su esposa denunció que tiene una herida profunda en una pierna y no estaba recibiendo atención médica. También alertó que podría perder la extremidad.
A inicios de mes se denunció que llevaba días sin comer, dormir o poder caminar, tenía erupciones, manchas, trombosis y perdía la visión. Depende de otros reclusos para todo. Padece hipertensión, gastritis y estrés sin atención especializada, dieta balanceada o medicamentos.
Hacia final de mes, se denunció que padece una gripe agravada por la insalubridad del penal, mientras las autoridades lo mantienen en una celda con reclusos portadores de VIH como método de intimidación.
El 19 de febrero se supo que su salud empeora. Tiene inflamación en el hígado y un cálculo en la vesícula. Sufre fuertes dolores abdominales, estomacales y gran pérdida de peso. Los médicos orientaron extirpar la vesícula pero aún no lo operan.
El 3 de enero tuvo fuerte dolor en brazo, pecho y estómago. Fue llevado al hospital de la prisión y luego a otro por falta de cardiólogo. El traslado se retrasó por falta de ambulancia y solo ocurrió tras su protesta. Al publicarse la denuncia, aún no lo veía un cardiólogo.
A mediados de mes se supo que no recibe atención ni medicamentos para su hernia en estado crítico. Es hipertenso crónico y tiene cardiopatía isquémica. Se declaró en huelga de hambre exigiendo su libertad, beneficios correspondientes y atención médica. *Información obtenida por Centro de Documentación de Prisiones Cubanas.
Hacia finales de mes se supo que lo obligan a permanecer en las celdas frías y húmedas de la prisión, a pesar de que padece asma bronquial grado 3, entre otras enfermedades crónicas.
El 15 de febrero su hija denunció que le estaba subiendo mucho la presión arterial, hasta 240 de máxima 110 de mínima, lo cual ponía en peligro su vida. Fue excarcelado el 3 de marzo.
Hacia mediados de mes se supo que le negaron la atención médica a pesar de ser un recluso de la tercera edad y con síntomas de un posible problema cardíaco.
El 12 de febrero se supo que, pese a su delicado estado por tres semanas de huelga de hambre, estaba en una celda de castigo sin atención médica. Recientemente tuvo convulsiones y fue llevado temporalmente a la enfermería del penal.
A inicios de febrero se supo que lleva diez meses sin medicación y teme morir en prisión por falta de atención y tratos inhumanos. Tiene hipertensión, cardiopatía y hepatopatía crónicas y ha sufrido dos infartos en menos de un año.
El 10 de febrero se supo que sufre fuertes dolores de cabeza por una pieza de platino en el cráneo y falta de medicación. Los guardias no le permiten usar gorro al sol y fue golpeado por ello. Está muy delgado y tiene anemia.