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Actualización sobre condiciones en prisiones (marzo de 2024)

Durante el mes de marzo, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas registró un crecimiento considerable de información proveniente de las cárceles del país. De 112 eventos recogidos durante el mes de febrero, en marzo se pasó a 190. 

Los mayores crecimientos se concentraron en los tres problemas que más afectan la vida de los reclusos cubanos: represión, medicamentos y atención médica, y alimentación.

Los 190 hechos fueron registrados en 45 centros penitenciarios de todas las provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud, siendo La Habana (31), Camagüey (30) y Mayabeque (28) los territorios más representados. Entre las prisiones, la mayor cantidad de denuncias provino de la Prisión de Quivicán, en Mayabeque (13); el Combinado del Este, en La Habana, y Kilo 8, en Camagüey (ambas con 12); y la Prisión de Melena del Sur, en Mayabeque (11). 

En total se identificaron 116 personas (12 mujeres y 104 hombres) víctimas de algún tipo de arbitrariedad. 31 denuncias hicieron referencia a problemas que afectan en su totalidad a los recluidos en una prisión determinada. A nivel individual, los presos políticos Roberto Pérez Fonseca (Prisión Melena del Sur), Julián Manuel Mazola Beltrán (Prisión de Guanajay, Artemisa), Abel Lázaro Machado Conde (Prisión de Quivicán), Lizandra Góngora Espinosa (Los Colonos, Isla de la Juventud) y Reinier Calderín Socarrás (Kilo 8, Camagüey), fueron los reclusos que reportaron mayor cantidad de violaciones en su contra. Las vulnerabilidades más recurrentes entre las víctimas fueron ser preso político, afrodescendiente y activista o defensor de derechos humanos. 

La mayoría de las violaciones fueron cometidas por el personal penitenciario (137), oficiales de la Seguridad del Estado (23) y el sistema judicial (9)1. Se identificaron total o parcialmente a 34 personas (4 mujeres y 30 hombres) como responsables de las violaciones. De ellos, 19 son funcionarios de prisiones, 8 oficiales de la Seguridad del Estado, 5 jueces, 1 policía y 1 recluso común.  

De los 190 hechos registrados, 163 implican algún incidente de hostigamiento2 hacia las personas recluidas. Entre los más recurrentes están las denuncias por negación de asistencia médica o falta de medicamentos (69). De estas, 55 se refieren a situaciones de salud particulares que son detalladas en el informe “Personas privadas de libertad con situaciones delicadas de salud. Marzo de 2024” y 14 hacen referencia a la escasez de medicamentos y mala atención de forma general en los penales. Entre estas también están las denuncias de la existencia de plagas de chinches en el Campamento de Trabajo Forzado “La Demajagua” (Granma) y Prisión 1580 (La Habana), brotes de tuberculosis en Boniato (Santiago de Cuba) y Prisión Provincial de Guantánamo y de sarna en la Prisión Provincial de Cienfuegos y Kilo 8. Según testimonio del preso político Ramón Enrique Montero, en este último penal camagüeyano, en las noches se sienten los gritos de los enfermos que no pueden dormir por el escozor y no hay medicamentos para curarlos. 

En total, se recibieron denuncias sobre deficiente atención médica procedentes de 29 centros penitenciarios de 13 provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud. 

Durante el mes se reportaron las muertes de cuatro reclusos, en todos los casos asociadas a mala atención y negligencia médica: Víctor Manuel Mengana Figueroa (Prisión de Boniato), por una hepatitis desatendida; Julio Alexis Aguilar Osorio (Veguitas 1), tras diez meses sin recibir medicamentos y sin que le otorgaran la licencia extrapenal; Yordaniel Román Rodríguez (Prisión Provincial de Granma), sin ser remitido a un hospital; y un recluso cuyo nombre se desconoce que falleció en la Prisión Provincial de Ciego de Ávila por deshidratación.

En cuanto a la alimentación, durante marzo se registraron 27 denuncias correspondientes a 16 cárceles de ocho provincias. En todos los casos se hace referencia a la reducción de las raciones por debajo de lo normado, a la pésima calidad de la elaboración de los alimentos (a veces descompuestos) y a la poca o nula presencia de plato fuerte. En cárceles como Kilo 8, la Prisión Provincial de Ciego de Ávila y la Prisión de Quivicán es frecuente que sirvan a los reclusos un agua de col que presentan como sopa. En Kilo 7 (Camagüey) el desayuno consiste en un minúsculo pedazo de calabaza y en el Combinado del Sur (Matanzas) la mitad de un pan pequeño con mermelada de guayaba. En la Prisión Provincial de Guantánamo, Boniato, Veguitas 1 (Granma) y Kilo 7 hay reportes de cantidades considerables de reclusos que presentan desnutrición.  En este último centro penitenciario, el preso político Virgilio Mantilla ha denunciado el robo de la comida por parte de los jefes, razón por la cual ha sido llevado a celda de castigo y enfrentará un juicio abreviado por desacato

También por sacar denuncias desde la cárcel, Emeregildo Duvergel (Prisión Provincial de Guantánamo) fue llevado a celda de castigo, sufrieron amenazas Maykel Dávila Castillo (Prisión Típico de Manzanillo, Granma) y Roberto Ángel Piloto Rodríguez (Veguita 1, Granma),, y les fueron restringidas las llamadas telefónicas a Ediyersi Santana (Kilo 9, Camagüey), Reinier Calderín (Kilo 8) y Virgilio Mantilla (Kilo 7)

A otros prisioneros como Jorge Martín Perdomo (Campamento de trabajo forzado “Ho Chi Minh, Mayabeque), Alien Tijerino Castro (Campamento de trabajo forzado “La Lima”, La Habana), Maykel Puig Bergolla (Prisión de Quivicán), Yosvany Rosell García Caso (Prisión Cuba Sí, Holguín), Ramón Enrique Montero (Kilo 8) y Maykel Castillo Pérez (Prisión Provincial de Pinar del Río), también les violaron su derecho a las llamadas telefónicas. En el caso de Castillo Pérez, fue llevado a celda de castigo por exigirlo.

Además de Virgilio Mantilla, Emeregildo Duvergel y Maykel Castillo, fueron sometidos a aislamiento arbitrario los reclusos Pedro Albert Sánchez (Prisión 1580) y Roberto Pérez Fonseca, (Prisión de Quivicán); Lázaro Savón Claro y Yoandy Masó López (Prisión Provincial de Guantánamo), luego de que los dos se declararan en huelga de hambre;  Yanet Pérez Quevedo (Prisión Provincial de Mujeres de Camagüey), Julián Manuel Mazola Beltrán (Prisión de Guanajay)  y Abel Lázaro Machado Conde (Prisión Melena del Sur) tras ser violentados;  y José Daniel Ferrer (Mar Verde), quien continúa en esta situación violatoria desde hace más de un año. 

Durante el mes realizaron huelgas de hambre, como forma de protestas ante diferentes arbitrariedades, al menos 19 reclusos. Tres de los huelguistas son personas detenidas durante las protestas del mes de marzo que están exigiendo su libertad: Daniel Alfaro Díaz (Técnico de Guanajay, Artemisa) y Ernesto Salazar Rodríguez y Elieser Simón Montero (Centro de Operaciones e Instrucción Penal de Santiago de Cuba). Además de estos manifestantes y los reclusos Lázaro Savón y Yoandy Masó, las restantes personas que realizaron esta forma de protesta durante el mes fueron: Manuel de Jesús Rodríguez García (Departamento Técnico Investigativo de Pinar del Río), Yoany González González (Prisión Nieves Morejón, Sancti Spíritus), Roberto Pérez Fonseca (Prisión Melena del Sur) Leoncio Rodríguez Ponce y Yadir Ayala Ibáñez (Kilo 8), Loreto Hernández García (Prisión Guamajal, Villa Clara), Jorge Fleitas Álvarez (Combinado del Este), Aleandry Lechuga Junco, Danys Hernández Ramírez, Julián Manuel Mazola Beltrán, Lázaro Manuel Mendoza Caraza, Omar Hernández Calzadilla y Víctor Alejandro Painceira Rodríguez (Prisión de Guanajay) y Danisbel Labrada Morales (Prisión Provincial de Cienfuegos), quien continúa en huelga desde el mes anterior. 

También se registraron cinco autolesiones y una ideación suicida. Lázaro Savón Claro (Prisión Provincial de Guantánamo) se extrajo gran cantidad de sangre debido a que alega que le colocaron psicofármacos entre sus pertenencias para fabricarle una nueva causa; Abel Lázaro Machado Conde (Prisión Melena del Sur) se cosió la boca luego de ser golpeado por el jefe de orden interior; Daniel Alfaro Díaz (Técnico de Guanajay) se cortó las venas exigiendo su liberación, Orlando Meriño Segura (Combinado del Sur) se enterró dos clavos en el estómago luego de un conflicto con un oficial y Daiver Leyva Vélez (Prisión Cerámica Roja, Camagüey) con frecuencia se golpea en el rostro, debido a que está mal de los nervios.  Miguel Ángel Mejías Olivares (Kilo 9) expresó en una llamada telefónica que se quitaría la vida. 

El caso de los plantados de la prisión de Guanajay expone otra de las graves violaciones a la que se enfrentan los reclusos cubanos: golpizas y torturas físicas, de las cuales se registraron un total de 12 durante el mes. Esta huelga de hambre ocurre como protesta al intento de violación a Julián Manuel Mazola, propiciado por la Seguridad del Estado luego de que se negara a trabajar para ellos como informante. El uso de la agresión sexual como forma de acoso es una de las prácticas empleadas por la policía política y las autoridades carcelarias contra los reclusos.

Durante el mes se registraron agresiones físicas contra Yanet Pérez Quevedo (Prisión Provincial de Mujeres de Camagüey), un recluso de nombre Idelmar3 (Prisión Provincial de Holguín), Abel Lázaro Machado Conde, Manuel Velázquez Licea, Rubén Ricardo Soto, Alexander Florinter Bener (Prisión Melena del Sur) y Daniel Moreno de la Peña, Maykel Mediaceja Ramos y un recluso de nombre Alexis (Prisión de Boniato). En varios de estos casos, las golpizas fueron propinadas por varios guardias, usando bastones y con los prisioneros esposados. También se registró el uso de reclusos comunes para la ejecución de estos actos represivos o labores de intimidación, así como la suspensión de visitas luego de estos incidentes, para evitar que las familias vean las secuelas de los golpes y denuncien.

En el caso de Roberto Pérez Fonseca, fue recluido, enfermo, en una celda con condiciones infrahumanas conocida como “el taller”, de ocho metros cuadrados, con mínima ventilación y durmiendo en el piso junto a otros diez reclusos en ese pequeño espacio. 

El hacinamiento sigue siendo un problema bastante común en las prisiones cubanas, al igual que el pésimo estado constructivo y sanitario de las instalaciones, así como la escasez y mala calidad del agua. Denuncias de esta última situación se recibieron desde seis cárceles de seis provincias diferentes. En algunos casos, como en la Prisión Provincial de Guantánamo, ha provocado brotes diarreicos entre los reclusos.

También se reportó el uso de los traslados de prisiones como forma de represión contra Roberto Pérez Fonseca (De Quivicán a Melena del Sur), Adrián Curuneaux Stivens (de Valle Grande a la 1580, ambas en La Habana) y Eduardo Luis Fernández Suárez (del Campamento de Trabajo Forzado “Toledo 2” en La Habana hacia el Campamento de Trabajo Forzado “Ho Chi Minh” en Mayabeque) como represalia por el activismo de su padre, el periodista Jorge Fernández Era.

A los reclusos Alfredo Luis Limonte Rodríguez (Prisión Provincial de Cienfuegos) y José Rodríguez Herrada (Prisión de Guamajal) les fue negada la asistencia religiosa.

***

  1. En una violación pueden estar involucradas varias autoridades.  ↩︎
  2. Un hecho puede contener más de un incidente de hostigamiento.  ↩︎
  3. Información enviada por interno al Centro de Documentación de Prisiones Cubanas. ↩︎

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