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Actualización sobre condiciones en prisiones (octubre de 2023)

El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, a raíz del monitoreo de violaciones durante el mes de octubre, registró un aumento de incidentes respecto al período anterior. Al igual que sucede en todo el país, el día a día de los reclusos cubanos está marcado por difíciles condiciones de vida, así como por arbitrariedades y vejaciones de diversa índole.

Durante este mes, el Centro contabilizó 153 hechos relacionados con violaciones de derechos a personas privadas de libertad, 23 incidentes más que los documentados en septiembre. Los abusos se produjeron en todas las provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud, siendo La Habana (40), Camagüey (19) y Mayabeque (17) los territorios con los mayores hechos acumulados.

Se recopilaron reportes procedentes de 53 centros penitenciarios o de detención. Destaca, en términos de violaciones, el Combinado del Este en La Habana (21), la prisión de Quivicán en Mayabeque (12) y la cárcel de Valle Grande en La Habana (8). En total, se tuvo conocimiento de violaciones contra 94 personas (12 mujeres y 82 hombres). Los reclusos con más hechos represivos en su contra durante este período fueron los presos políticos Lázaro Yuri Valle Roca (8), Roberto Pérez Fonseca (5) y Juan Enrique Pérez Sánchez (5).

Entre las categorías de vulnerabilidad más comunes de las víctimas estuvieron ser preso político, opositor y padecer enfermedades crónicas. 

La mayor parte de las denuncias estuvieron relacionadas con incidentes de hostigamiento y represión (117), estado salud (54) y procesos penales y administrativos (24). Casi todos los hechos incluyeron más de un incidente de represión.

En su mayoría, las violaciones fueron cometidas por funcionarios del sistema penitenciario (116), oficiales de la Seguridad del Estado que actúan dentro de las prisiones (21) y el sistema judicial (16). Se identificaron 27 funcionarios de prisiones, 3 jueces, 3 oficiales de la Seguridad del Estado, un fiscal y un médico que participaron directamente en alguno de los hechos violatorios para un total de 35 personas (4 mujeres y 31 hombres).

El hambre continúa siendo una de las principales formas de maltrato dentro de las prisiones cubanas. Durante el mes de octubre se registraron denuncias sobre la pésima alimentación en 17 prisiones de 10 provincias: La Empresita, Prisión de Mujeres Granja 5 y Kilo 7 (Camagüey), Combinado del Este, Valle Grande y Prisión 1580 (La Habana), Prisión Provincial de Pinar del Río y Combinado de la Construcción Augusto César Sandino (Pinar del Río), Prisión Provincial de Guantánamo y Prisión Provincial de Mujeres de Guantánamo (Guantánamo), Agüica y Prisión de Mujeres Bellotex (Matanzas), Boniato (Santiago de Cuba), La Pendiente (Villa Clara), Cuba-Panamá (Mayabeque), Ariza (Cienfuegos) y Prisión Provincial de Las Tunas.

No solo afectan a los reclusos con las escasas raciones servidas por debajo de lo normado, la mala elaboración de los alimentos y su poca variedad, sino que en muchas ocasiones les dan comidas descompuestas y con gusanos. La situación es mucho más crítica en el caso de prisioneros que no reciben, debido a sus enfermedades, dietas diferenciadas por prescripción médica.

También el acceso al agua potable fue un problema reportado desde la Prisión Provincial de Guantánamo, Combinado del Este, Kilo 7, Prisión Provincial de Pinar del Río y Agüica. Al igual que la deficiente alimentación, esta es una situación generalizada en la mayoría de los establecimientos penitenciarios del país.

El aumento de la delincuencia, espoleada por la crisis económica que vive el país, y de la represión estatal ante las insatisfacciones de la ciudadanía han contribuido a la sobrepoblación de muchos centros penitenciarios, de acuerdo con reportes de los propios reclusos en el Combinado del Este, la Prisión Provincial de Guantánamo y la 1580.

Estas condiciones de vida, violatorias de lo establecido en las reglas Mandela en lo relacionado a alimentación y alojamiento, unido a la falta de higiene, favorecen la proliferación de enfermedades colectivas y agentes transmisores en las prisiones. Durante el período se reportaron contagios de dengue en La Empresita; tuberculosis en el Combinado del Este; enfermedades de la piel en Boniato; brotes diarreicos en la Prisión Provincial de Guantánamo; y plagas de chinches y roedores en estas tres últimas cárceles y en Valle Grande.

Las 54 denuncias sobre salud registradas proceden de 23 centros penitenciarios de doce provincias. En todos los casos, son constantes la falta de medicamentos básicos y la deficiente atención o negación a esta; incluso como forma de tortura. Ejemplo de ello es lo sucedido con el preso político Marlon Noval, afectado por una erupción en la piel que le provoca mucha picazón, a quien un reducador de la prisión de Guanajay (Artemisa) le dijo, con palabras obscenas, que no lo llevaría al médico.

La falta de atención médica y la desidia de las autoridades ante los reclamos de los reclusos trajo como consecuencia una nueva muerte bajo custodia. Fernando García Consuegra, un anciano de 66 años, falleció de un infarto en la prisión de Valle Grande, pues estuvo dos días sin medicamentos y tampoco fue llevado al hospital por falta de transporte, a pesar de que los médicos del penal habían diagnosticado previamente el estado de peligro en que se encontraba. El mes anterior, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas ya había reportado la muerte bajo custodia de otras cuatro personas.

Es preocupante la persistente falta de medicamentos en las prisiones; en especial en centros penitenciarios destinados a reclusos que viven con VIH, como Cuba-Panamá, así como la carencia de fármacos para presos con padecimientos psiquiátricos. En esta situación se encuentran Amalio Álvarez (Combinado del Este), Marlon Noval (Prisión de Guanajay), Eugenio Eduardo Sierra (Valle Grande) y Abel Lázaro Machado Conde (Prisión de Quivicán), lo cual hace más difícil la estancia de estas personas en el penal y la convivencia con el resto de los reclusos. En este sentido debe resaltarse una vez más el caso de Abel Lázaro Machado, con varios intentos de suicidio, cuya familia ha alertado que podría atentar de nuevo contra su vida.

El estado de abandono y mal funcionamiento de los servicios sanitarios afecta de manera considerable a reclusos en situación de extrema vulnerabilidad. Este es el caso de Ángel Lorenzo Jorrín (Combinado del Este), operado de cáncer de garganta e imposibilitado de hablar, con fractura de ambas clavículas que le restringen la movilidad, quien desde hace tres años no recibe medicamentos ni se le suministran los insumos que requiere para extraerse la flema que le provoca su condición de salud.

Cuando los reclusos reclaman o denuncian estas condiciones infrahumanas en que subsisten, las autoridades penitenciarias responden con más represión. Así, a Yasser Fernando Rodríguez (Combinado de la Construcción Augusto César Sandino) y a Yaquelín Heredia Morales (Cuba-Panamá) se les amenazó con encerrarlos en celdas de castigo y fabricarles nuevas causas por exigir atención médica y enviar denuncias a medios independientes y organizaciones de derechos humanos.

Los traslados también son empleados como forma de represión contra los reclusos que realizan protestas. Daniel Arturo Reyes (Prisión Provincial de Granma) fue amenazado con ser trasladado a una prisión lejos de su provincia de origen. En tanto, a Jorge Luis Rodríguez Valdés lo movieron desde la Prisión Provincial de Pinar del Río —en su territorio de residencia— hacia Kilo 8 (Camagüey), un penal ubicado a más de 700 kilómetros. A final de mes, Aníbal Yasiel Palau y Juan Enrique Pérez fueron desplazados desde la prisión de Quivicán hacia la de Melena del Sur (Mayabeque) por negarse a usar zapatos como forma de protesta; mientras Jorge Martín Perdomo fue separado de su hermano y trasladado a un campamento alejado en Arcos de Canasí (Mayabeque), supuestamente por negarse a trabajar.

Respecto a los campamentos de trabajo forzado, clasificados como régimen de menor severidad, durante el mes de octubre se recibieron varias denuncias desde Tarea Confianza (Ciego de Ávila), Sola (Camagüey), La Caoba (Santiago de Cuba) y Zona Cero (La Habana). En todos los casos, los reclusos refieren largas jornadas de trabajo en labores agrícolas aun cuando están enfermos, mal remuneradas, con deficiente alimentación y siendo reprimidos por los guardias cada vez que reclaman sus derechos.

Otra de las formas de hostigamiento es quitarles a los reclusos las llamadas telefónicas. De esta forma han sido castigados en este período Eugenio Eduardo Sierra (Valle Grande), Aníbal Ribiaux (Aguadores, Santiago de Cuba), Yonay Moreu (Agüica), Andy García (La Pendiente) y los siete reclusos que protestaron en Quivicán negándose a usar zapatos. En los casos de Yaquelín Heredia y Carlos Alberto Álvarez, matrimonio de opositores recluidos en Cuba-Panamá y 1580, respectivamente, les han prohibido tanto las llamadas entre ellos como las visitas conyugales. A los presos políticos de Agüica, a Lizandra Góngora (Los Colonos, Isla de la Juventud) y a Daniel Moreno (Boniato), las autoridades penitenciarias han designado guardias para vigilarlos mientras llaman por teléfono.

Los jefes de las prisiones y la Seguridad del Estado continúan usando reos comunes para hostigar a los presos políticos. Mayelín Rodríguez fue amenazada de muerte por otra prisionera en Granja 5; Jorge Alexis Agüero fue agredido en Kilo 8; a Luis Robles otros presos lo están provocando para que responda violentamente y pueda considerarse una indisciplina. El caso más preocupante es el de Lizandra Góngora, bajo un estado de acoso sostenido, en el cual los jefes del penal la responsabilizan de todos los castigos que imponen al resto de la población penitenciaria y les han prohibido que se comuniquen con ella.

También se registraron denuncias de golpizas propinadas por guardias a los reclusos George Ramírez (Ariza); Pável Alberto Rodríguez (Nieves Morejón, Sancti Spíritus); Maykel Dávila (El Típico de Manzanillo, Granma); Yunaiky Linares (Prisión de Mujeres de Occidente, La Habana); y Lázaro Yuri Valle (Combinado del Este), este último estando esposado.

Luego de las golpizas fueron llevados a celdas de castigo Pável Alberto Rodríguez y Yunaiky Linares, a quien encerraron desnuda y sin colchón, a pesar de encontrarse menstruando. José Daniel Ferrer (Mar Verde, Santiago de Cuba) y Yasmani González (Combinado del Este) siguen en régimen de aislamiento en condiciones infrahumanas desde hace varios meses. Aníbal Ribiaux, presumiblemente en huelga de hambre, también fue trasladado a celda de castigo en la prisión Aguadores.

Por otra parte, Luis Miguel Alarcón y Daniel Álvarez llevan más de cinco meses detenidos sin poder acceder a la documentación de su caso. En esta mism una situación violatoria también continúan los opositores Adrián Curuneaux (Valle Grande) y Daniel Moreno (Boniato).

En el mes de octubre le fue negado el paso a régimen de menor severidad a los presos políticos José Antonio Gómez (Prisión Jóvenes del Cotorro, La Habana), Yordis García (Prisión Provincial de Guantánamo), Ángel Jesús Véliz (Kilo 9, Camagüey), Amauris Arrate (Mar Verde) y Jarolkis Suárez (Prisión Provincial de Pinar del Río). Luis Robles (Combinado del Este) continúa sin ser llevado a campamento a pesar de que ya le fue otorgada la mínima severidad. Estos derechos le fueron revocados durante el mes a los también presos políticos Omar Ortega (Prisión de Morón) y Lázaro Yuri Valle (Combinado del Este).

La libertad condicional le fue negada a Liliana Oropesa, quien está embarazada (Campamento de Trabajo Forzado Sevilla, La Habana), Taimir García (Granja 5), Yandier García (Guabineyón 8, Las Tunas), Andy Dunier García (La Pendiente) y César Lamorú (Campamento de Trabajo Forzado Toledo 2, La Habana). 

Durante el mes ocurrieron las detenciones y posterior encarcelamiento de los opositores Arnaldo Ricaine Mustelier (Estación de la PNR de Santa Marta, Matanzas) y Humberto Michael González (5ta Estación de la PNR, La Habana). Asimismo, le realizaron juicio a la activista Aniette González (Granja 5), impidiendo la asistencia de familiares y la prensa independiente. En tanto, Pável Alberto Rodríguez (Nieves Morejón) fue sancionado a 5 años de cárcel e imputaron un nuevo delito a José Manuel Barreiro (Ariza) ante la imposibilidad de sostener los que anteriormente le solicitaba la Seguridad del Estado.

Precisamente, las arbitrariedades cometidas desde el poder judicial y la Seguridad del Estado fueron los principales motivos que llevaron a declararse en huelga de hambre a Pável Alberto Rodríguez (Nieves Morejón), Taimir García (Granja 5), Aníbal Ribiaux (Aguadores) y Wilber Blanco (Sala de Penados del Hospital Abel Santamaría, Pinar del Río); este último se encuentra en huelga desde el pasado 23 de agosto, esposado a la cama y recibiendo alimentación intravenosa contra su voluntad. En protesta por abusos cometidos por guardias también se plantaron en huelga de hambre Dixan Gaínza (La Empresita), Alexis Borges (Combinado del Este), Vladimir Castillo y Lidiel Ramón Hernández (Prisión de Quivicán), y Lizandra Góngora (Los Colonos). Por su parte, Andy García (La Pendiente) también se contabiliza entre los huelguistas de hambre en este período.

En el mes de octubre fue liberado, tras cumplir su sentencia, el prisionero del 11J Dariel Ruiz. Además, fueron excarcelados bajo fianza Cleysis Martínez y William Álvarez, dos de las personas que se manifestaron en el municipio Boyeros luego del paso del huracán Ian. También le fue concedido el paso a régimen de menor severidad a Reynaldo Pagés y Yoel David Ochoa, y, tras cinco años de encierro, le fue otorgado un pase a la Dama de Blanco Aymara Nieto.

Por otra parte, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, publicó en octubre un tuit exigiendo la libertad de los líderes religiosos Loreto Hernández y Lorenzo Rosales; la Red Voces del Sur emitió una alerta sobre la situación de Lázaro Yuri Valle; Amnistía Internacional realizó un llamado a enviar cartas al gobernante Miguel Díaz-Canel solicitando la liberación de Maykel Castillo, alias Osorbo; mientras que diputados europeos y latinoamericanos conversaron telefónicamente con familiares de presos políticos para interesarse por la situación de estos.

A inicios de noviembre trascendió un pronunciamiento, fechado el 27 de octubre y suscrito por más de 40 reclusos del Combinado del Este y otros centros penitenciarios, en el que se expresó rechazo a la elección del Estado cubano para ocupar un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH).

El preso político Jorge Bello Domínguez, quien redactó el documento, calificó de “insólito” el hecho, pues “la dictadura comunista mantiene en sus prisiones a más de 800 presos políticos por solo ejercer el derecho a la protesta pacífica, mantiene a toda la población en un estado de miseria sin precedentes en la historia y una deprimente situación económica-política y social, esto sumado a las constantes violaciones a los Derechos Humanos de toda la población”.

Los reclusos firmantes instan a los Estados miembros del CDH a “exigirle al binomio dictatorial de La Habana que cumpla con todos los tratados e instrumentos internacionales en lo que a respeto a los Derechos Humanos respecta y que están refrendados en la Declaración Universal”, así como a solicitar “la inmediata liberación de todos los presos por motivos políticos”, entre otras peticiones.

A continuación, se listan por orden alfabético algunos reclusos con situaciones delicadas de salud reportadas durante el mes de octubre:

  • Abel Lázaro Machado Conde: Se encuentra muy mal de los nervios y deprimido, debido a que en la prisión de Quivicán continúan sin darle atención psiquiátrica ni suministrarle alprazolam. No está durmiendo y su madre alerta sobre otro posible intento de suicidio.
  • Adrián Curuneaux Stevens: Según información enviada al Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, se encuentra padeciendo fuertes dolores de muela debido a una sinusitis aguda y el doctor Damián se niega a inyectarle el espasmoforte indicado por otro médico, el cual aseguró que sí lo había en el penal.
  • Alejandro Camejo Paunier: Diabético, hipertenso y con problemas renales. En la prisión Kilo 7 no recibe la dieta alimenticia que requiere por sus padecimientos.
  • Alexander Díaz Rodríguez: Su salud continúa empeorando considerablemente debido al cáncer de garganta que padece. Su condición física es crítica, con mucha pérdida de peso y de visión. Apenas puede caminar y, a pesar de esa situación, fue devuelto a la Prisión Provincial de Pinar del Río.
  • Alexis Borges Wilson: Ha perdido la visión y no recibe atención médica en el Combinado del Este. También ha bajado mucho peso.
  • Amalio Álvarez González: No recibe los medicamentos (clonazepam y carbamazepina) que le fueron recetados por el psiquiatra.
  • Ángel Lorenzo Jorrín: Operado de cáncer de garganta, lleva más de tres años sin recibir los medicamentos, la dieta alimentaria, ni los cuidados médicos que requiere su condición de salud. Debido a la operación, le extirparon las cuerdas vocales, por lo que no puede hablar, complicando aún más su situación. Necesita que le sea extraída regularmente la flema, una atención que no recibe en la prisión Combinado del Este, por lo que se atraganta frecuentemente e incluso corre el peligro de asfixiarse. Tampoco le suministran el material necesario para ello, por lo que se ve obligado a limpiarse la herida con “cualquier trapo”, o incluso con las manos. Tiene dificultad para bañarse solo y valerse por sí mismo debido a que tiene fracturadas ambas clavículas y presenta poca movilidad en los brazos.
  • Ángel Serrano Hernández: En el Combinado del Este no recibe tratamiento ni medicamentos para sus problemas de la próstata ni para la artritis que padece, que le causa dolores muy fuertes en las articulaciones.
  • Daniel Álvarez González: Continúa orinando sangre debido a sus problemas de riñones y está padeciendo crisis de hipertensión. En la Prisión Provincial de Guantánamo sigue sin recibir atención médica.
  • Daniel Moreno de la Peña: Se sospecha que pueda estar contagiado de tuberculosis. Se encuentra muy delgado, con forúnculos en la piel y su estado de salud en general es malo. Se encuentra recluido en la prisión de Boniato.
  • Eugenio Eduardo Sierra Ortega: Las autoridades de la prisión Valle Grande en varias ocasiones han impedido que le entreguen los medicamentos que le lleva su madre para sus trastornos psiquiátricos. Se encuentra muy delgado debido a la mala alimentación y tiene muchas picadas de chinches.
  • Félix Navarro Rodríguez: En la prisión Agüica impiden que su esposa le entregue vitaminas y un equipo de glucemia, esto último con la justificación de que tiene una aguja. En la cárcel no hay recursos para controlar los niveles de azúcar y por este motivo Félix ha sufrido recientemente dos desmayos con pérdida de conocimiento.
  • Frederict Otero Angueira: En la prisión Valle Grande le niegan el ingreso hospitalario a pesar de que el médico del penal dictaminó que su condición de salud lo ameritaba.
  • Geovanis Cepúlveda Martínez: A pesar de padecer de epilepsia y encontrarse mal de salud, es forzado a realizar trabajos agrícolas pesados, bajo el sol, en el campamento Sola.
  • Ienelis Delgado Cué: Le han restringido el acceso a los medicamentos que necesita y es deficiente la atención médica que recibe en la prisión de mujeres Granja 5.
  • Jarolkis Suárez Rojas: Se encuentra muy deprimido ya que lo tienen en la Prisión Provincial de Pinar del Río, alejado de su provincia de residencia, lo cual le dificulta mucho las visitas de su familia. No tiene acceso a medicamentos.
  • Javier Delgado Torna: Le han negado la digoxina para sus padecimientos cardíacos y los medicamentos para la diabetes. Por estos motivos ha sufrido desmayos.
  • Jorge Bello Domínguez: No recibe medicamentos para la diabetes. Las autoridades del Combinado del Este impidieron que su esposa le entregara dos paquetes de caramelos para subir sus niveles de glucosa y tampoco le dieron la dieta alimenticia diferenciada que requiere por su enfermedad.
  • Jorge Manuel López Bohorguez: Sufre severos dolores de cabeza sin recibir atención médica adecuada en la prisión Agüica.
  • José Daniel Ferrer García: Recluido desde hace meses en celda de aislamiento en la prisión Mar Verde. Tiene el cuerpo lleno de picaduras de mosquitos, la presión arterial descompensada y fuertes dolores de cabeza. En ocasiones padece calambres en las manos y sangramiento en las encías.
  • José Ramón Solano Randiche: A pesar de ser asmático crónico, le han negado los medicamentos para el asma en la prisión Cuba Sí.
  • José Rodríguez Herrada: No recibe con sistematicidad los medicamentos para la diabetes en el penal Guamajal.
  • Lázaro Romero Hurtado: Padece una úlcera estomacal que le está provocando dolores extremadamente agudos sin ser llevado a un hospital ni recibir medicamentos en la cárcel de Boniato.
  • Lázaro Yuri Valle Roca: Se encuentra deshidratado y muy débil. Está escupiendo sangre debido a su enfermedad pulmonar y no recibe atención médica. Tiene fiebres altas y dolores intercostales luego de recibir una paliza de los guardias de la prisión Combinado del Este. Su estado físico y mental es crítico, según su esposa, quien teme que podría morir.
  • Marlon Noval Alonso: Las autoridades de la prisión de Guanajay niegan de manera intermitente las medicinas que requiere para su trastorno bipolar. Está padeciendo una erupción en la piel que le provoca mucho escozor; sin embargo, el reeducador Larry le niega a propósito la atención médica.
  • Mayelín Rodríguez Prado: En la prisión Granja 5 le han negado atención médica cuando ha sufrido altas fiebres.
  • Orlando Carbajal Cabrera: Sufre una crisis de cólicos nefríticos que, además de los dolores agudos, en ocasiones le provoca sangramiento en la orina. No recibe atención médica en la prisión 1580.
  • Roberto Ferrer Gener: Se encuentra descompensado de la presión arterial en el Combinado del Este y no recibe los medicamentos necesarios para controlarla.
  • Samuel Pupo Martínez: Las autoridades de la prisión Agüica no lo conducen al hospital a realizarse análisis necesarios para determinar la causa de sus enfermedades. Alegan falta de combustible.
  • Taimir García Mariño: Su situación de salud sigue siendo muy delicada. Tiene inflamación y reforzamiento en los pulmones, sin que le suministren antibióticos, porque no los hay en la prisión Granja 5. Durante el mes inició una huelga de hambre que tuvo que abandonar al tercer día por la fiebre y tos que sufrió, ya que se encontraba con las defensas muy bajas.
  • Virgilio Mantilla Arango: Está padeciendo de problemas en los huesos y mareos. También tiene una hernia en la columna. En la prisión no hay medicamentos y solo dispone de los que le envían desde el exterior.
  • Yasmani González Valdés: Recluido desde hace más de dos meses en celda de castigo, con humedad, falta de alimentos, expuesto a chinches y roedores. No recibe atención médica y lo tienen ubicado muy cerca de enfermos de tuberculosis, por lo que podría contagiarse.
  • Yasser Fernando Rodríguez González: Ha perdido la visión y piezas dentales sin que las autoridades del penal Combinado de la Construcción Augusto César Sandino le faciliten la atención médica que necesita.
  • Yordis García Fournier: Su salud se ha deteriorado considerablemente. Se encuentra encerrado en pésimas condiciones de habitabilidad, conviviendo con ratas, chinches, mal alimentado y con acceso deficiente al agua potable.
  • Yosvany Rosell García Caso: Continúa con la presión arterial descompensada, con crisis de gastritis y muy delgado luego de su última huelga de hambre. En la prisión siguen sin suministrarle medicamentos ni permitir que le entreguen los que su esposa le ha gestionado.
  • Yunior Sebey Mena: Las autoridades de la prisión Guamajal tuvieron que llevarlo de urgencia al centro médico de Encrucijada debido a un fuerte dolor en el pecho que se le reflejaba en un brazo y en una pierna, al punto que se defecó y se orinó. De ahí fue remitido al hospital de Santa Clara, donde los médicos, sin darle un diagnóstico, consideraron que no había motivos para dejarlo ingresado.

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